La métrica : un fenómeno rítmico particular

Article publié le 18 février 2013
Pour citer cet article : , « La métrica : un fenómeno rítmico particular  », Rhuthmos, 18 février 2013 [en ligne]. https://www.rhuthmos.eu/spip.php?article822

Para introducir el tema del lugar de la métrica en el conjunto de los fenómenos rítmicos me refiero a la música y comienzo con una cita de Pierre Boulez, en la que describe dos tipos de tiempo, el liso y el estriado :

Dans le temps lisse on occupe le temps sans le compter ; dans le temps strié, on compte le temps pour l’occuper. Les deux relations me paraissent primordiales dans l’évaluation théorique et pratique des structures temporelles ; ce sont les lois fondamentales du temps en musique. – En el tiempo liso se ocupa el tiempo sin contarlo ; en el tiempo estriado, se cuenta el tiempo para ocuparlo. Las dos relaciones me parecen primordiales en la evaluación teórica y práctica de las estructuras temporales ; son las leyes fundamentales del tiempo en música” (traduje yo). [1]

Está claro que Boulez dice que la música puede suceder en cualquiera de los dos tipos de tiempo ; pensando en esto leamos esta cita de Paul Hindemith :

Aún en series de sonidos idénticos en todos los aspectos, que se repiten a intervalos de tiempo iguales, el oído tiende a percibir agrupaciones regulares ; da a ciertos sonidos más importancia que a otros y oye la serie completa como una ondulación entre tiempos acentuados y no acentuados. Esta clase de acentos, (acentos métricos), que es determinada por nuestra sensibilidad y no por cualquier otra diferencia objetiva entre los sonidos mismos es esencialmente diferente de la otra clase de acento dinámico… que es causado por un aumento de fuerza…

La música, por lo general, es compuesta de tal manera que nuestra facultad perceptiva no puede dudar sobre dónde deben caer los acentos métricos : proporciones de duración rítmica, curvas de las líneas melódicas y la distribución de las funciones armónicas sirven de guía a nuestra percepción analítica. Pero cuando faltan todas estas guías, como en las series regulares de sonidos idénticos mencionados antes, tenemos cierta libertad para dirigir nuestra percepción auditiva : podemos suponer tales series como subdivididas en grupos de dos o tres tiempos. En grupos de dos tiempos uno de ellos da la impresión de estar acentuado (Arsis), mientras que el otro nos parece de relajamiento inacentuado (Thesis). El grupo puede comenzar con cualquiera de ellos. En grupos de tres tiempos percibimos el acento sobre uno de los tres tiempos mientras que los otros dos permanecen inacentuados. [2]

Hindemith piensa la métrica en el marco del tiempo estriado, “determinada por nuestra sensibilidad”, y no por algún elemento que exista “objetivamente” en la música que escuchamos.


Un género musical que no utiliza el tiempo estriado es el canto gregoriano. (Aunque no creo que la definición de Boulez sobre el tiempo liso sea la adecuada para su ritmo). Veamos qué nos dice un especialista sobre el ritmo en esta música :

El ritmo musical es la ordenación de los sonidos con base en la distinción entre aquellos con carácter de impulso, llamados ARSIS, y los que tienen carácter de reposo, llamados TESIS.

Este ordenamiento parte de los conjuntos más pequeños de sonidos y los va relacionando en contextos cada vez más amplios, a través de distintas etapas de síntesis rítmica, en un proceso unificador.

En el canto gregoriano la síntesis se realiza mediante tres etapas, a saber : ritmos elementales, grupos y gran ritmo. [3]

Sobre el uso de la palabras “arsis y thesis”, tomadas de la poética griega, no me voy a detener, pero quiero señalar que en el canto gregoriano, según explica Zuleta más adelante en el texto citado, no denotan tiempos acentuados o inacentuados, a diferencia del concepto de Hindemith. Nótese que en la definición no habla de tiempos, sino de sonidos, si bien luego en el texto usa esta palabra a veces como sinónimo de nota, otras veces nombrando un grupo de notas, otras veces pausas, pero nunca con un criterio de proporcionalidad ni subdivisión.


O sea que podemos resumir y nombrar algunos conceptos que nos van a acercar a una descripción del fenómeno :


1) Como condición de existencia de la métrica está el establecimiento de un tipo de tiempo especial, compuesto de momentos discretos y subdivisibles, que se pueden contar, como se pueden contar asimismo sus subdivisiones.


2) Estos tiempos se organizan en una disposición jerárquica (“el oído… da a ciertos sonidos más importancia que a otros…”, dice Hindemith), originando el fenómeno del “acento métrico”.


3) Éste acento métrico es independiente de cualquier otro dato sensorial, acentos dinámicos, timbres, funciones armónicas, líneas melódicas, etc.


4) La métrica no es condición para la existencia del ritmo, ya que existe al menos un género musical sin métrica y con ritmo, y además un ritmo muy complejo y con un rol importantísimo en su realización artística.


Vuelvo sobre la frase de Hindemith : “…determinada por nuestra sensibilidad y no por cualquier otra diferencia objetiva entre los sonidos mismos…” Si nuestra sensibilidad es capaz de determinar una característica en lo percibido que no depende de ningún dato objetivo, quiere decir que no es pasiva al modo que lo es una pantalla sobre la que se proyecta una imagen, si no que el resultado de la percepción es una concepción nueva, producto de los estímulos recibidos y de las características de la sensibilidad sobre los mismos. Y si en estos estímulos no hay nada que contenga a la métrica, quiere decir que la misma es consecuencia de una acción del sujeto que percibe, una construcción de la que es enteramente responsable.


O sea que el hecho de percibir una métrica en una música no depende de los elementos presentes en la música en sí, aunque estos elementos sin duda la condicionan, si no que depende del tipo de escucha con el cual el oyente la aborde. Es importante para aclarar estos conceptos señalar algunos hechos :


En primer lugar la métrica puede existir en ausencia de todo estímulo, como una actividad enteramente privada, de hecho es en base a este tipo de acción que un músico solista ejecuta la métrica de las obras que interpreta, o un director de orquesta dirige, etc. En segundo lugar la métrica no implica ninguna regularidad temporal exacta, ni un tempo invariable ; las estrías temporales pueden variar de duración brusca o gradualmente una a una, y sigue habiendo métrica con tal exactitud que se puede escribir una partitura detallada de una pieza musical a pesar de que en ella se produzcan todos estos cambios. Y en tercer lugar una música puede estar “compuesta de tal manera que nuestra facultad perceptiva no puede dudar sobre dónde deben caer los acentos métricos” como señalaba Hindemith, y eso no garantiza que el oyente la perciba ni participe de ella.

Notes

[1BOULEZ, Pierre. Penser la musique aujourd´hui, Ginebra, Gonthier, 1964.

[2Hindemith, Paul. Adiestramiento Elemental para Músicos, Buenos Aires, RICORDI, traducción de la 11ª edición (1946), sin fecha.

[3http://interletras.com/canticum/ Luis Torres Zuleta © Canticum Novum, Bogotá, Colombia. 2002-2008.

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